Las personas sólo nos
tenemos a nosotros mismos, las parejas, las amistades y la familia
son falsos reductos de seguridad. Nunca seremos capaces de conocer a
nadie, la empatia es falsa, las personas son cuerpos vacios y
nosotros reflejamos en ellos una parte de nosotros. Eso es lo que
sentimos por las personas.
Yo ya estoy harto, no
me veo con fuerzas, quiero meterme en un armario apilar kilos de
ropa, mis videoconsolas, mis drogas, mis animales y mi sofá
conmigo, aplastado y enclaustrado olvidarme del mundo. No quiero
afrontar lo que otros han decidido que tengo que afrontar, no quiero
que mi vida esté escrita, tener que ir a pisar donde me
dicen que tengo que pisar.
Quiero olvidar quien
soy, todo lo que mis recuerdos alimentan, mi historia y mi pasado
son invención mía, nada existe sino yo y aquí.
Me pongo los cascos y
me subo a un trasporte publico, el tren o el bus , o el metro, me da
igual, algo lleno de gente, sin hablar con nadie, cerca de una
ventanilla.
Camino sin rumbo o
subo a casa de un amigo, tocamos la guitarra y cantamos, nos hacemos
un peta, rio y lloro.
Leo algo que me cambia
por dentro, desecho mil cosas antes y después. Que eso llegase a mis
manos fue una suerte.
Me meto bajo la ducha y
canto, y en el estribillo mi canto se convierte en un grito, largo
hasta la afonía.
Cómo pizza y bebo
cerveza, en una terraza de alguna calle de la ciudad, la pizza es
barata pero está buena, la cerveza fría entra bien a pesar de ser
invierno.
No quiero mentirme,
quiero ser quien soy, sin pretensiones ni engaños, sin forzarme a
aparentar por los demás. Quiero disfrutar de lo que me gusta, cada
uno es feliz con poco, pero es importante saber con qué lo es.
Para saberlo no debes
contar con nadie, sólo contigo mismo. No quiero desear la vida
ajena, ni los proyectos de otros, no quiero demostrarle nada a
nadie, quiero hacer las cosas mal, porque no se hacerlas bien, porque
si las intento hacer bien sólo consigo deprimirme porque no logro lo
que consigo. Quiero ser para mi.
Martes 04 de Agosto de 2015